Que busca y como se encuentra nuestro mercado laboral

La demanda del mercado laboral (específicamente el concluyente en el campo de la publicidad y las RRPP) es cambiante. A la hora de conseguir un empleo se tienen en cuenta una serie de valores centrados en la propia experiencia y especialización.

Hemos observado distintos artículos esparcidos en la red sobre las nuevas generaciones y el paro que afecta a estos individuos. Se trata a una generación desencantada y “maltratada” por haberse mal acostumbrado a la nueva sociedad reinante, que es más “cómoda” en comparación con la que vivieron las generaciones de años atrás. Pero ello es consecuencia de diversos cambios sociológicos, donde ya no premia tanto el vivir para trabajar, sino el trabajar para vivir, debido al aumento del tiempo libre y ocio, que a su vez mueve otro tipo de industria en el sector terciario (servicios).

Sin embargo cada generación que surge está más preparada y cuenta con más conocimientos que la anterior, debido al alto rendimiento, estudios y conocimientos que van adquiriendo, ya que es casi imposible insertarse en el mercado laboral actual, trabajando en el sector deseado y con un sueldo aceptable y acorde con los estudios realizados.

En relación con la otra parte (el mercado) cada vez busca a los llamados “empleados orquesta”, gente que posea varios conocimientos, sobre distintos campos, que ahorren personal y tiempo a la empresa, creando así otro tipo de profesionales polivalentes.

En definitiva, lo que está sucediendo es que las tornas han cambiado, antes los profesionales que salían al mercado laboral,  eran la “chica guapa” que salía de marcha y tenía varias ofertas de sus romeos hasta decidir con cual se quedaba (dependiendo de que les ofrecían),. Ahora son la “fea de la fiesta”, que para poder cautivar a su varón, le exigen ponerse más y más maquillaje, ir bien arreglada y peinada… y aun así esperarse a el turno de las 7 de la mañana a que sean elegidas por un cualquiera, las traten como las traten.

Pues bien, ante esta situación, hay muchas “damas” que han optado por buscarse un “churri” inglés, alemán, francés… que las traten mejor.

Con este ejemplo se demuestra quien lleva hoy en día la batuta y lo que exige a cambio de un puesto de trabajo. Se busca experiencia, estudios… pero claro…sin oportunidades no hay experiencia posible, y sin experiencia no hay trabajo. Se trata de una enorme pescadilla que se muerde la cola.

Además se pasan por alto otros valores, como pueden ser las ganas que se tengan de aprender, de trabajar y otros estudios y aprendizajes adquiridos por el trabajador, que tal vez incluso se adapten mejor al puesto de trabajo a realizar y se ha pasado por alto.

Como conclusión, debemos de incentivar las oportunidades y formaciones de los jóvenes, para poder especializarlos y buscarles a cada uno de ellos, el hueco que le corresponde en la sociedad y en el mercado. Así nos aseguraremos la felicidad para ellos (por desarrollar un trabajo fructífero) y la de el resto de personas (que se beneficiarán de ese óptimo servicio realizado). Así nos evitaremos ser operados por un peluquero que deje una herida mal suturada o que nos corte el pelo un cirujano ya que, aunque es bisturí está muy afilado, las puntas del pelo quedan mejor a tijera.